Afganistan, es un país montañoso, sin salida al mar, el cual ha sufrido de tal inestabilidad crónica y conflicto en sus últimos 200 años que su economía e infraestructuras están en ruinas y muchas de sus personas son refugiados.
Su población actualmente es de 31,6 millones de personas, su principal religión es el Islam, su moneda el Afghani y sus idiomas más hablados el Dari y el Pashto (una variante local del persa, como el tayiko), guardan muchas similitudes con las lenguas germánicas, latinas y eslavas.
El país se organizó a partir del año 1838 bajo la dinastía Mohammadzai. Bajo el reinado de Dost Mohamed Khan el país intentó fortalecerse bajo la alianza con las tropas del zar ruso. La consolidación de las relaciones entre Afganistán y Rusia provocó que los británicos invadiesen nuevamente el territorio afgano, lo que causó la segunda guerra anglo-afgana. La monarquía Durrani fue destituída en 1880.
La tercera guerra anglo-afgana, en 1919, duró cuatro meses. Amanullah Khan (nieto del emir que impusieran los británicos años atrás) fue el líder de la rebelión independentista. Este, impulsó una serie de reformas para modernizar la sociedad de la época. Se instauró una Constitución eminentemente liberal y Afganistán se convirtió en el primer país del mundo en forjar una alianza diplomática con la Unión Soviética.
La llegada de Amanullah Khan no apagaría las luchas por el manejo del poder en Afganistán, que se vio envuelto en nuevas revueltas durante las décadas venideras. El clan de los Mohammedzai llegó al trono en 1929, coronando a Mohamed Nadir Shah. Este anuló la anterior Constitución de Amanullah y puso en vigor una nueva en 1931. Este nuevo texto otorgaba un poder considerable a los jefes locales.
Mohamed Nadir Shah fue asesinado en 1933, y su hijo heredó el trono. Zahir, hijo de Mohamed, propulsó durante dos décadas tanto el desarrollo interno de la nación como sus relaciones exteriores.
Cuando empezó la guerra fría, durante los 60 años posteriores a la tercera y última guerra anglo-afgana, el débil gobierno afgano mantuvo una relativa neutralidad y equidistancia entre las dos superpotencias, EEUU y la URSS, aunque las disputas con Pakistán -aliado estadounidense- hicieron que los afganos se decantaran por mantener una relación comercial más importante con los soviéticos. En el 1955, Jrushchov y Bulganin hicieron un viaje a Kabul y fortalecieron esta alianza. Los soviéticos realizaron un importante préstamo a los afganos, que eran enviados a la URSS a completar su formación (sobre todo la militar).
Daud Khan (primo y cuñado del rey, nombrado primer ministro en 1953) revolucionó la política local: el velo ya no era una obligación para las mujeres y estas no tenían que ser apartadas de la vida pública; pero el régimen seguía siendo muy restrictivo en la mayoría de sus aspectos.
Las revueltas y las medidas represivas hicieron que, en 1961, Pakistán cerrase la frontera con Afganistán, forzando a Daud a dimitir en el 1963, haciendo que la frontera se reabriese nuevamente. Un año después, Afganistán aprobaría una nueva constitución, la cual, permitía la formación de partidos políticos de diversas tendencias (si bien el Islam y la monarquía eran inamovibles). Hubo cinco cambios de gobierno en el Parlamento en apenas siete años, y en 1973, aprovechando un viaje del presidente a Italia, Daud fue nuevamente proclamado presidente con el beneplácito de del Partido Democrático del Pueblo Afgano.
Sin embargo, Daud se fue distanciando del partido de tendencia comunista, formando su propio partido. Las relaciones se deterioraron y en el 1978, Daud terminó siendo ejecutado. El PDPA formó gobierno y proclamó la República Democrática de Afganistán.
La nueva etapa no fue menos convulsa que la anterior. Jafizulá Amin, viceprimerministro, perpetró un golpe de estado en 1979, y en diciembre del mismo año fue asesinado en un nuevo golpe de estado, que contó con la colaboración de los soviéticos.
La presencia de la Unión Soviética favoreció la proliferación de grupos guerrilleros afganos, y el país volvió a vivir un nuevo periodo de convulsión. La OTAN y los Estados Unidos también presionaban a la URSS, mientras que una buena parte de la población se veía obligada a pedir asilo en otros países.
En 1986 la URSS anuncia el retiro de las tropas en Afganistán. El gobierno anuncia que va a cumplir el alto al fuego, pero la guerrilla no está dispuesta a negociar. Las tropas soviéticas permanecerán aún tres años más en Afganistán, dejando varios bombardeos antes de abandonar el país.
Cuando en 1989 se retiran el último escuadrón soviético, los grupos guerrilleros procedieron a atacar Kabul. El caos interno continúa aumentando y en 1992, se reestablecen las leyes islámicas. La economía de Afganistán caía en picado y el tráfico de opio se convirtió en uno de los principales sectores productivos del país.
Los años de gobierno talibán supusieron un duro golpe para los derechos de las mujeres afganas. Para el año 2000 el ejército controlaba casi la totalidad del país, pero cuando el 11 de septiembre del 2001 los aviones comerciales guiados por terroristas se estrellaron contra las torres del World Trade Center en Nueva York, Estados Unidos, con pruebas concretas sobre la culpabilidad de Osama Bin Laden, decidió emprender una lucha a fondo contra el terrorismo internacional. Para ello contó con el apoyo de casi todos los países del mundo, sin distingos de clase o de religión.
Para dar caza a Osama Bin Laden consideró imprescindible sacar del poder al gobierno talibán de Afganistán el cual cobijaba en su territorio a Bin Laden y a sus seguidores. El país era, además, base para entrenamiento de terroristas.
Después de un mes de intensos bombardeos aéreos a las fuerzas del talibán, con los cuales se destruyó toda su capacidad bélica, el gobierno talibán fue depuesto y tomó el control del país, en diciembre del 2001, Hamid Karzai , propiciado por las Naciones Unidas y elegido con la participación de cuatro de las más importantes etnias de Afganistán.
La presidencia, sin embargo, no permitía a Karzai tener el control sobre todo el territorio, debido al control que las diversas partes del conflicto ejercen sobre las distintas regiones y ciudades del país. Aún así, Karzai fue reelegido presidente en 2009 y se mantuvo en el cargo hasta 2014, cuando fue elegido Ashraf Ghani, actual presidente.
Su población actualmente es de 31,6 millones de personas, su principal religión es el Islam, su moneda el Afghani y sus idiomas más hablados el Dari y el Pashto (una variante local del persa, como el tayiko), guardan muchas similitudes con las lenguas germánicas, latinas y eslavas.
El país se organizó a partir del año 1838 bajo la dinastía Mohammadzai. Bajo el reinado de Dost Mohamed Khan el país intentó fortalecerse bajo la alianza con las tropas del zar ruso. La consolidación de las relaciones entre Afganistán y Rusia provocó que los británicos invadiesen nuevamente el territorio afgano, lo que causó la segunda guerra anglo-afgana. La monarquía Durrani fue destituída en 1880.
La tercera guerra anglo-afgana, en 1919, duró cuatro meses. Amanullah Khan (nieto del emir que impusieran los británicos años atrás) fue el líder de la rebelión independentista. Este, impulsó una serie de reformas para modernizar la sociedad de la época. Se instauró una Constitución eminentemente liberal y Afganistán se convirtió en el primer país del mundo en forjar una alianza diplomática con la Unión Soviética.
La llegada de Amanullah Khan no apagaría las luchas por el manejo del poder en Afganistán, que se vio envuelto en nuevas revueltas durante las décadas venideras. El clan de los Mohammedzai llegó al trono en 1929, coronando a Mohamed Nadir Shah. Este anuló la anterior Constitución de Amanullah y puso en vigor una nueva en 1931. Este nuevo texto otorgaba un poder considerable a los jefes locales.
Mohamed Nadir Shah fue asesinado en 1933, y su hijo heredó el trono. Zahir, hijo de Mohamed, propulsó durante dos décadas tanto el desarrollo interno de la nación como sus relaciones exteriores.
Cuando empezó la guerra fría, durante los 60 años posteriores a la tercera y última guerra anglo-afgana, el débil gobierno afgano mantuvo una relativa neutralidad y equidistancia entre las dos superpotencias, EEUU y la URSS, aunque las disputas con Pakistán -aliado estadounidense- hicieron que los afganos se decantaran por mantener una relación comercial más importante con los soviéticos. En el 1955, Jrushchov y Bulganin hicieron un viaje a Kabul y fortalecieron esta alianza. Los soviéticos realizaron un importante préstamo a los afganos, que eran enviados a la URSS a completar su formación (sobre todo la militar).
Daud Khan (primo y cuñado del rey, nombrado primer ministro en 1953) revolucionó la política local: el velo ya no era una obligación para las mujeres y estas no tenían que ser apartadas de la vida pública; pero el régimen seguía siendo muy restrictivo en la mayoría de sus aspectos.
Las revueltas y las medidas represivas hicieron que, en 1961, Pakistán cerrase la frontera con Afganistán, forzando a Daud a dimitir en el 1963, haciendo que la frontera se reabriese nuevamente. Un año después, Afganistán aprobaría una nueva constitución, la cual, permitía la formación de partidos políticos de diversas tendencias (si bien el Islam y la monarquía eran inamovibles). Hubo cinco cambios de gobierno en el Parlamento en apenas siete años, y en 1973, aprovechando un viaje del presidente a Italia, Daud fue nuevamente proclamado presidente con el beneplácito de del Partido Democrático del Pueblo Afgano.
Sin embargo, Daud se fue distanciando del partido de tendencia comunista, formando su propio partido. Las relaciones se deterioraron y en el 1978, Daud terminó siendo ejecutado. El PDPA formó gobierno y proclamó la República Democrática de Afganistán.
La nueva etapa no fue menos convulsa que la anterior. Jafizulá Amin, viceprimerministro, perpetró un golpe de estado en 1979, y en diciembre del mismo año fue asesinado en un nuevo golpe de estado, que contó con la colaboración de los soviéticos.
La presencia de la Unión Soviética favoreció la proliferación de grupos guerrilleros afganos, y el país volvió a vivir un nuevo periodo de convulsión. La OTAN y los Estados Unidos también presionaban a la URSS, mientras que una buena parte de la población se veía obligada a pedir asilo en otros países.
En 1986 la URSS anuncia el retiro de las tropas en Afganistán. El gobierno anuncia que va a cumplir el alto al fuego, pero la guerrilla no está dispuesta a negociar. Las tropas soviéticas permanecerán aún tres años más en Afganistán, dejando varios bombardeos antes de abandonar el país.
Cuando en 1989 se retiran el último escuadrón soviético, los grupos guerrilleros procedieron a atacar Kabul. El caos interno continúa aumentando y en 1992, se reestablecen las leyes islámicas. La economía de Afganistán caía en picado y el tráfico de opio se convirtió en uno de los principales sectores productivos del país.
Los años de gobierno talibán supusieron un duro golpe para los derechos de las mujeres afganas. Para el año 2000 el ejército controlaba casi la totalidad del país, pero cuando el 11 de septiembre del 2001 los aviones comerciales guiados por terroristas se estrellaron contra las torres del World Trade Center en Nueva York, Estados Unidos, con pruebas concretas sobre la culpabilidad de Osama Bin Laden, decidió emprender una lucha a fondo contra el terrorismo internacional. Para ello contó con el apoyo de casi todos los países del mundo, sin distingos de clase o de religión.
Para dar caza a Osama Bin Laden consideró imprescindible sacar del poder al gobierno talibán de Afganistán el cual cobijaba en su territorio a Bin Laden y a sus seguidores. El país era, además, base para entrenamiento de terroristas.
Después de un mes de intensos bombardeos aéreos a las fuerzas del talibán, con los cuales se destruyó toda su capacidad bélica, el gobierno talibán fue depuesto y tomó el control del país, en diciembre del 2001, Hamid Karzai , propiciado por las Naciones Unidas y elegido con la participación de cuatro de las más importantes etnias de Afganistán.
La presidencia, sin embargo, no permitía a Karzai tener el control sobre todo el territorio, debido al control que las diversas partes del conflicto ejercen sobre las distintas regiones y ciudades del país. Aún así, Karzai fue reelegido presidente en 2009 y se mantuvo en el cargo hasta 2014, cuando fue elegido Ashraf Ghani, actual presidente.
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