Como muestran muchos estudios, las mujeres obtienen, en general, mejores resultados que los hombres en todo el ciclo educativo, desde Primaria hasta la Universidad pasando por la ESO y Bachillerato.
Pero, ¿Por qué rinden más en los estudios las mujeres? ¿Se esfuerzan más? ¿Rinden mejor? ¿Tienen mejores actitudes para ello? ¿O es una cuestión sociocultural?
Verdaderamente no sabemos el por qué de estos hechos, a pesar de esto, existen varias teorías al respecto.
- La doctora en Genética por la Universidad de Oxford Anne Moir sostiene que el sistema de enseñanza favorece a las niñas porque en su cerebro madura antes la habilidad para leer y escribir y tienen mayor capacidad de concentración.
- Otra explicación está basada en la historica desigualdad que sufrían las mujeres en su difícil acceso a la universidad. Las chicas han hecho una apuesta más reciente por la educación, y por tanto más firme. Los chicos siempre han tenido el camino claro, eran los que estudiaban, eran los que iban a la escuela y a la universidad y mantenían a sus familias, mientras que ellas tenían otras aspiraciones en la vida como ser amas de casas o ejercer profesiones que no requerían estudios. Su papel en la vida estudiantil es más nuevo, y entonces ponen más esfuerzo.
A pesar de lo anteriormente mostrado, las investigaciones de la economista y profesora de la Universidad del País Vasco Nagore
Iriberri nos revelan que las diferencias entre sexos se diluyen e incluso se revierten cuando ellas y ellos se enfrentan a exámenes de
alta presión, como puede ser la selectividad, unas pruebas finales, una competición académica o unas oposiciones. Cuanto más hay en juego, más baja el
rendimiento de las niñas con respecto a las notas que obtienen en el contexto escolar, y más sube el de los niños.
Iriberri ha estudiado los resultados de chicos y chicas en diferentes contextos académicos en los que se introduce una presión añadida, y las conclusiones siempre tienen el mismo hilo conductor. En uno de sus principales informes, analizaron
las notas obtenidas en un centro escolar de Barcelona durante más de una
década por los y las estudiantes de 12 a 18 años. Durante el curso los
alumnos realizaban tres tipos de pruebas con diferentes niveles de
impacto en el currículum del año. Exámenes mensuales (presión baja),
trimestrales (media) y finales (alta). A continuación se observaban los
resultados obtenidos en la selectividad (prueba considerada de muy alta
presión).
El análisis de los resultados indicaba que las chicas superaban notablemente a los chicos en las pruebas de menor presión con una desviación estándar de 0,18, la cual se reducía a 0,11 en los exámenes de alta presión. Pero en las calificaciones de la selectividad las calificaciones se invertían, ya que eran ellos los que superaban a las chicas con una desviación del 0,02. (aquí, aquí y aquí)
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