En un contexto de crisis política y social, el 13 de Septiembre de 1923,
el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado, apoyado por el ejército, declaró el Estado de guerra y se dirigió al monarca para
exigir que el poder pasase a manos de los militares. Alfonso XIII aceptó
un Directorio Militar presidido por Primo de Rivera, quien suspendió el
régimen parlamentario constitucional.
Para esto, Primo de Rivera tiene el modelo italiano de 1922, en el que Mussolini dio un golpe de Estado fascista, quedando este primer ministro y siendo el teórico jefe del Estado el rey Victor Manuel III.
Miguel Primo de Rivera nació en Jerez de la Frontera, en
una familia nobiliaria de gran tradición militar, a los 14 años ingresó
en la academia militar. Desarrolló la mayor parte de su carrera en
destinos coloniales, como Marruecos, Cuba y Filipinas. Fue destinado al
norte de África, tomando parte de la guerra de Marruecos. En 1922 fue
nombrado capitán general de Barcelona, ganándose el apoyo de la Liga
Regionalista, gracias a su política de mano dura contra la
conflictividad social. Sus convicciones militaristas, nacionalistas y
autoritarias y su prestigio militar le llevaron a encabezar el golpe de
Estado de 1923.
Los apoyos de Primo fueron militares, políticos cercanos a la monarquía
y parte de las clases dirigentes. Defendieron su acción como una
solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad
social que atravesaba el país. Las razones que justificaban la necesidad
de cambio son:
- Inestabilidad y bloqueo del sistema político parlamentario así como su desprestigio derivado del continuo fraude electoral
- Miedo de las clases acomodadas a una revolución social ante el auge de la conflictividad obrera y campesina
- Aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos
- Descontento del ejército tras el desastre de Annual
- Directorio militar
Sus miembros eran militares, las
primeras medidas tomadas fueron, la suspensión de la Constitución de 1876, la disolución de las cortes y la prohibición de los partidos políticos y sindicatos.
Tras imponer el orden en Cataluña, la dictadura persiguió el nacionalismo catalán, prohibió el uso oficial del catalán, su bandera, su himno y una organización pre-autonómica, la Mancomunidad de Cataluña, cosa que hizo que los nacionalistas catalanes se volcaran hacia un partido más radical, el Estat Catalá.
Se fundó el Somatén, un cuerpo de voluntarios con funciones paramilitares en caso de necesidad, esto hizo que la dictadura tuviera una fuerza leal, al margen de los cuerpos de seguridad del Estado. Lo formaban propietarios, burgueses, militares retirados...
Se fundó la Unión Patrótica, un nuevo partido sin ideología clara, este solo era apoyo a la dictadura y muchos se afiliaron a este partido, como las clases medias católicas, caciques... Además se promulgaron dos estatutos, el Estatuto Municipal y el Estatuto Provincial con el fin de acabar con el caciquismo y fomentar la unidad nacional, pero estos no funcionaron.
El gran éxito del Directorio tuvo lugar en África. El Desembarco de Alhucemas
en 1925 puso fin de la resistencia de las cábilas
del Rif . Su líder Abd-el-Krim se entregó a las autoridades del
Marruecos francés.
El fin de la guerra en Marruecos les dio gran popularidad
al dictador.
- Directorio civil
A fines de 1925, un gobierno civil, presidido por Primo de Rivera, sustituyó
al Directorio Militar.
Se trataba de institucionalizar la Dictadura. En
1927, se constituyó una Asamblea Nacional Consultiva, formada en su mayoría por miembros de Unión
Patriótica elegidos por sufragio restringido. Primo de Rivera de nuevo
seguía el modelo italiano, en este caso el Consejo Fascista. Esta Asamblea
fracasó rápidamente en su intento de redactar una ley fundamental que
hiciera el papel de Constitución de la dictadura.
También se imitó el modelo social del fascismo italiano,
estableciéndose la Organización Corporativa del Trabajo, especie de
sindicato que trataba de arbitrar entre patrones y obreros. De nuevo el
intento de institucionalización del régimen de Primo de Rivera fracasó.
En 1928 y 1929, la dictadura estaba agotada por diversos motivos, tras el crash de la bolsa de Nueva York, en
1929, los problemas económicos se extendieron con gran rapidez
por el mundo. El descontento social, con la vuelta de los movimientos
huelguísticos, vino a acrecentar la oposición a la dictadura que abarcaba un amplio espectro político, algunos liberales y conservadores, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales...
Otro elemento clave fue el creciente descontento en las
filas del Ejército ante las arbitrariedades de Primo
de Rivera.
Al verse sin apoyos, anciano y enfermo, el 27 enero 1930, Primo de Rivera
presentó su dimisión al monarca, quién se apresuró a aceptarla. Dos meses
después, el dictador fallecía en el exilio en París.
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